El ministro de Industria recibe a los Líderes Brasileños

De una situación de “precipicio” en el 2011 se ha pasado a una situación en la que España lidera la todavía débil recuperación de la zona Euro. El Gobierno mantiene su previsión de crecimiento del 2% para el 2015.

La labor de su ministerio se centra en la actualidad en promover la reindustrialización de la economía, para ello es necesario promover un entorno de seguridad jurídica y de seguridad energética en un marco sostenible. De aquí la importancia que el Gobierno atribuye a la nueva Ley de Hidrocarburos, que regula el fracking. La gran dependencia energética española en hidrocarburos (se importa un 99,8% del consumo) cuesta al país más de 100 millones de euros al día.

El ministro se pronunció a favor de una mayor consolidación en el mercado europeo de telecomunicaciones, algo que es necesario para poder competir en un marco global y para afrontar la revolución digital que se avecina. En Europa hay más de 100 empresas de telecomunicaciones, mientras que en EEUU hay tres grandes operadores y en China dos.

Hizo asimismo una referencia al turismo, adelantando que el mes de octubre va de nuevo a aportar cifras récord. Adelantó que no descarta que a finales de año se supere la cifra de 63 millones de turistas.

Preguntado sobre si la cuestión catalana representaba un riesgo para la inversión en España, el ministro respondió que no. Al contrario, estaba al corriente de importantes proyectos de inversión en Cataluña por parte de inversores extranjeros, algo en lo que sería difícil de pensar con un horizonte de secesión a corto plazo.

Sobre Podemos el ministro comentó que – a su juicio – este movimiento se nutre esencialmente de las heridas provocadas por la crisis y los escándalos de corrupción. El Gobierno es consciente de que las medidas de reforma estructural que ha tomado eran impopulares y que implican un coste político, aunque eran imprescindibles. Confía en que el electorado sabrá valorar esto cuando llegue el día de votar.

Finalmente el ministro se mostró muy optimista sobre el futuro de las relaciones bilaterales entre España y Brasil, país al que el Gobierno considera un socio estratégico fundamental.

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