El Ministerio de Fomento y once empresas españolas forman un consorcio para luchar por el contrato de la primera línea en Brasil.
Brasil planea construir su primera línea de alta velocidad ferroviaria para unir las ciudades de Río de Janeiro, São Paulo y Campinhas. Un consorcio español, compuesto por varias empresas públicas y privadas y encabezado por Fomento, se presenta al concurso. Indra, Talgo, Elecnor, Cobra, Abengoa, Thales, Bombardier, Dimetronic, Adif, Renfe e Ineco se han aliado para pujar por el diseño y construcción de la esta gran infraestructura.
El tren permitirá enlazar las dos ciudades más pobladas del país. Se calcula que 160.000 personas harían diariamente este trayecto de 511 kilómetros a 350 km/h. El proyecto requerirá una inversión de 13.600 millones de euros.
Ana Pastor, ministra española de Fomento, ha viajado a Brasil para dar su apoyo al proyecto y presentar el AVE como un referente mundial, a la cabeza en innovación. España es el país con la mayor red de alta velocidad de Europa y la segunda del mundo, después de China.
El 19 de septiembre se anunciará el ganador de la concesión que se adjudicará durante 40 años la fase de fabricación de los trenes, operación ferroviaria y señalización, seguridad y control electrónicos. El inicio de las obras está previsto para 2015 y podría entrar en funcionamiento en 2020.
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