Organizamos con Casa América una sesión del ciclo 'América vota'. Desafíos internos, proyección internacional del país y la relación con España, principales temas tratados
En el marco del ciclo «América Vota», Casa de América, en colaboración con la Fundación Consejo España-Brasil, organizó el 7 de noviembre un coloquio para analizar los resultados de la segunda vuelta de las elecciones en Brasil, que se saldaron con la victoria por la mínima del candidato de izquierdas, Luiz Inácio Lula da Silva, frente al líder de la derecha brasileña, Jair Bolsonaro. Participaron Rogelio Núñez, investigador senior asociado del Real Instituto Elcano; Júnia Gama, reputada periodista y analista política, y Oliver Stuenkel, profesor de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Fundación Getúlio Vargas.
La Fundación Consejo España-Brasil ha elaborado un breve resumen con las ideas principales del acto:
Victoria del pragmatismo
Los tres expertos concordaron en que el pragmatismo ha triunfado sobre la polarización en Brasil. Existe un pragmatismo brasileño histórico, y la polarización no es algo que tradicionalmente haya formado parte del ADN político del país. Aunque ha sido una campaña electoral extraordinariamente polarizada y algunas tensiones permanecen aún, especialmente tras el resultado tan ajustado, los equipos de Lula y Bolsonaro han iniciado la transición.
Los grandes desafíos del nuevo gobierno
El futuro Gobierno de Lula da Silva tendrá que afrontar importantes retos:
Garantizar la gobernabilidad. La clase política brasileña está dando muestras de un enorme pragmatismo, y el propio Lula es un gran pragmático. Si bien su base legislativa no será tan fuerte como en los mandatos anteriores, teniendo en cuenta la mayoría conservadora actual en el Congreso, sí será capaz de formar una base que le dé cierta estabilidad. Dado que el Congreso tiene un perfil conservador en las costumbres y liberal en la economía –lo contrario al PT–, Lula no buscará avanzar en materia ideológica, sino en materia económica, donde sí habrá consensos, pues tanto la derecha como la izquierda son conscientes de que el país necesita crecer a un ritmo alto. Sin embargo, Lula tendrá que gobernar en una situación internacional y regional más inestable e incierta, y, por lo tanto, garantizar la gobernabilidad será más difícil que en el pasado.
Unir al país. ¿Será capaz Lula de sanar las heridas tras una campaña electoral tan dura? Pese a que Lula tiene una gran capacidad de tender puentes, la polarización en el proceso electoral ha sido muy acusada.
Conseguir un crecimiento económico alto.
Para que Brasil consiga crecer a un ritmo alto, habrá que llevar a cabo una serie de reformas estructurales. Está por ver si Lula tendrá la voluntad política y, sobre todo, los apoyos suficientes para llevar a cabo esas reformas estructurales que conecten a Brasil con la Cuarta Revolución Industrial, y hagan de Brasil una economía más productiva y competitiva.
La protección de la Amazonía. Es una de las grandes prioridades para el nuevo gobierno.
La proyección internacional del Gobierno de Lula
Otro de los grandes retos del próximo gobierno de Brasil será asumir un papel internacional relevante, y proyectarse como un actor responsable y constructivo globalmente. Además, en 2024 Brasil acogerá la Cumbre del G20, lo que dará una gran visibilidad al país, así como la oportunidad de tener un impacto importante en el debate internacional. Lula tiene intención de que Brasil sea protagonista en el escenario mundial, y para ello tendrá que ser también un actor importante en América Latina, por lo que el fortalecimiento de Mercosur y el regreso a la CELAC estarán en la agenda del nuevo gobierno progresista.
Por otro lado, Brasil mantendrá una equidistancia entre Estados Unidos y China, preservando así su autonomía estratégica. En este contexto actual de tensión entre esos dos países, la relación con la Unión Europea será cada vez más importante para reforzar la autonomía estratégica de ambos, y, en ese sentido, el acuerdo comercial UE-Mercosur será clave.
Las elecciones brasileñas, importantes también para España
Las elecciones brasileñas han tenido un enorme seguimiento no solo en Brasil y América Latina, sino también en España; no es de extrañar teniendo en cuenta que el mayor stock de inversión española en América Latina se encuentra en Brasil. Así pues, dado que España va a presidir el Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023, uno de los grandes objetivos será reconstruir la relación de Europa con América Latina, y para ello Brasil será uno de los interlocutores más importantes.
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