"Las empresas españolas no sólo son bienvenidas, sino cruciales"

28.11.2015

Entrevista a Daniel Rittner, periodista de Valor Económico

Etiquetas Economía Política

Tras la buena acogida de su primera convocatoria, la II Edición del Programa Líderes Brasileños, organizada por la Fundación Consejo España-Brasil en noviembre de 2015 en Madrid y Bruselas, trajo a un selecto grupo de políticos y periodistas brasileños de perfil alto para conocer de cerca la realidad española y europea. La Fundación Consejo publica mensualmente entrevistas con algunos de sus participantes.

Daniel Rittner trabaja como redactor para el periódico Valor Econômico. Su trabajo se centra en reportajes sobre grandes proyectos de infraestructuras, así como la cobertura de cuestiones internacionales. Entre 2009 y 2011 fue corresponsal en Buenos Aires, donde cubrió informaciones no sólo de Argentina sino también de otros países como Uruguay, Chile y Venezuela.

Dada su experiencia profesional tiene un buen conocimiento de Iberoamérica. ¿Cuáles son las diferencias fundamentales con España?
En este viaje he escuchado un punto muy interesante del director general de Industria: que España, pese a que no tiene el mismo idioma que Brasil, tendría muchas más similitudes con los brasileños, como una posible puerta de entrada a inversores brasileños en Europa. Incluso más que Portugal, que tiene nuestro mismo idioma. Por las costumbres, por la forma de ser, por la identidad cultural... Y no puedo estar más de acuerdo. Me parece que España tiene más que ver con la forma como somos nosotros, en el fondo, incluso que nuestros hermanos portugueses. Y me parece que, aunque a la gente de Brasil le gusten mucho los españoles y viceversa, exploramos menos las oportunidades de cooperación y de conocimiento mutuo de lo que podríamos. Por eso cualquier intento de acercarnos más me parece muy elogiable.

A menudo se habla de toda Iberoamérica por un lado, y España y Portugal por otro. Otras veces se distingue entre los países que hablan español y portugués... ¿Existen este tipo de bloques o todo se reduce a cuestiones bilaterales?
Este es un tema importante. Es muy importante que tengamos integración y que sepamos profundizar nuestras sociedades, pero también es importante reconocer que Brasil no se siente completamente dentro de Latinoamérica. Sí, es Latinoamérica, le encanta Latinoamérica, pero mi impresión es que Brasil sufre la maldición de los "países ballena", como Estados Unidos, Rusia, India, China... son países que, si no se hace nada, se inclinan a mirar mucho hacia adentro. Las personas no saben hablar más que un idioma, los diarios se centran en lo que ocurre dentro del país, las posibilidades de conocer el mundo vienen después de las posibilidades de conocer el propio país, porque es un país demasiado grande... Y a Brasil el Mercosur le interesa mucho, es un destino, no una elección. Pero es importante no mirar a Brasil sólo como perteneciente a Mercosur o sólo como perteneciente a Latinoamérica, porque me parece el país más difícil de entender de Latinoamérica para un europeo o para alguien de cualquier otro lugar del mundo .

Por otro lado, creo que Brasil está muy inclinado a ver a España y Portugal como sus principales aliados en la Unión Europea. En algunos sectores, como la industria, la relación con Alemania es bastante fuerte, con Inglaterra en temas científicos y académicos... pero me parece que es muy importante profundizar la relación con el resto de Europa y acercarnos más a países que no tienen tantos lazos culturales como nosotros, como Europa central y los países bálticos, que pueden tener un rol muy importante en la cooperación regional.

Su especialidad son las grandes infraestructuras. En España estamos acostumbrados a recibir noticias de las empresas que realizan grandes obras en Brasil. ¿Cómo se ven allí estas obras y las empresas españolas que las llevan a cabo?
Me parece que, de los países que tienen tecnología y capacidad de construcción, España, más que ningún otro país, hizo hace tiempo una apuesta por Brasil y últimamente, pese a la crisis, ha redoblado dicha apuesta. La cantidad de empresas españolas y la inversión que tienen en infraestructuras de transporte, de energías, de construcción pesada, de telecomunicaciones... es muy fuerte.

Brasil ahora mismo afronta una crisis económica muy centralizada en las grandes constructoras. Muchas de las constructoras nacionales ya no podrán tener el mismo rol que han tenido en los últimos años. Ahora más que nunca es importante profundizar la apertura a empresas extranjeras, y las españolas se han destacado muchísimo en los últimos años, para que podamos seguir invirtiendo en infraestructuras. Y si hay un consenso en Brasil, un verdadero consenso nacional, público y privado, de gobierno y oposición, entre unión y estados, de algo que es verdaderamente importante, es la necesidad de atacar el déficit de infraestructuras que tenemos. No sólo en energía: en movilidad, en las grandes ciudades, carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos... Ahí está el futuro de Brasil. Y sin empresas extranjeras que puedan explorar más este mercado, hoy por hoy, ya no tenemos las mismas empresas que han trabajado en ello.

¿Se considera positiva la presencia española? Totalmente. Es que no queda otra. Podrían ser las alemanas, las norteamericanas... pero es que no están. Las únicas que han hecho, y han redoblado su apuesta, a pesar de la crisis, han sido las españolas. No sólo son bienvenidas, sino que son cruciales para desarrollar las infraestructuras del país en los próximos años, sobre todo con este escenario que tenemos.

En cuanto a este programa de Líderes Brasileños 2015, ¿qué cree que aporta y qué le ha aportado personalmente?
A lo largo de esta semana hemos aprendido mucho sobre el proceso de integración de la Unión Europea y la relación que tiene con Mercosur. Una de las cosas más importantes para mí es que estando en Brasil, y sobre todo en Brasilia, donde está el gobierno, lo que nos llega es siempre la posición europea según la visión del gobierno brasileño. Es muy raro que tengamos la posibilidad de escuchar directamente a los tomadores de decisiones de la Unión Europea. Por supuesto que está la embajada, la representación permanente de la UE en Brasilia... pero aún así nos dan una visión relativamente limitada. Y lo que hemos tenido, que es una inmersión total en contacto con altos funcionarios españoles y europeos, nos proporciona una visión única para saber, más allá de lo inmediato, la visión que tienen hacia Latinoamérica, hacia Mercosur y hacia Brasil.
De España en particular me llevo una visión bastante positiva. Es un país al que tengo mucho cariño pero que hacía diez años que no visitaba. Hoy me da la impresión de un país que ha evolucionado muchísimo en los últimos diez años. Tiene una madurez política y un desarrollo económico equiparable al de los países más avanzados de Europa. Ya no está en la periferia de Europa, por así decir. Y me parece que lo importante de esto es, al fin y al cabo, crear conexiones, crear amistades. Eso me parece muy positivo. En Brasil sí que tenemos algunos programas del gobierno, de fundaciones público-privadas, para traer, por ejemplo, periodistas extranjeros a Brasil. Eso me parece muy positivo, porque la impresión que se llevan, aunque pueda haber errores, aunque puedan ver algo negativo, siempre me parece una visión buena para reforzar los lazos. No importa si lo que llevamos es bueno o es malo, sino que sea lo más cercano a la verdad. Y aplaudo el empeño de la Fundación Consejo España-Brasil por mostrarnos lo más cercano a la verdad, los problemas también. Ha sido algo muy positivo.

 

Resumen actividades Programa Líderes Brasileños 2015

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